Casi la friolera de 20 años sin jugar y después de esta partida no voy a dejar que pase tanto tiempo, tanto este juego como la Guerra del Anillo, son dos juegazos de Games Workshop, pero al dejarlos en el olvido, pasaron al ostracismo. Como todos los juegos que les ocurre esto, se mantuvieron vivos por clubs y aficionados y en el momento que GW volvió al ataque, pues aquí lo tenemos, en pleno esplendor.
Vamos a la partida, partida a 800 ptos contra Isengard de José (Cruentis) como iba a ser totalmente de "aprendizaje" la lista fue hecha un poco a lo loco, meter a Celebron y Galadriel igual fue un poco excesivo, más para mi, que para el rival, ya que gaste muchos puntos en dos miniaturas, pero al tener pocos Elfos y querer tener un ejercito que representara lo maximo posible, la lista realizada fue mi mejor opción, aparte que no tengo nada pintado y no me gusta jugar sin pintar y puedes confundir las tropas.
El escenario que nos salió fue reconocimiento, donde había que sacar el máximo de miniaturas propias, por la zona de despliegue del rival, aparte se obtenían puntos de victoria por herir o eliminar al líder enemigo, vamos partida para especular lo justo, ya que en el momento que cualquier ejercito estuviera reducido al 25% se acababa la partida y se tenían que contar los puntos de victoria.
Mi comienzo fue algo dubitativo, porque aun no tenia las reglas en mente, pero a partir del tercer turno, empezó a funcionar la "magia Elfica" hubo algún que otro momento Fantasy, que al final acabo condicionándome, sobre todo que me empeñe al principio de la partida que eran unidades y no miniaturas individuales, provocando que el avance fuera muy lento, aparte que no cerré el paso a los jinetes de Huargo y salieron sin ningún problema por mi zona de despliegue.
En el momento que me lance hacia delante, recibí el bombardeo de la vara de Saruman, que daño hizo, pero no para hacerme dudar, pero tuve momento Fantasy y dude, pese a todo uno de míos caballeros Galadhrim llego a cazarlo, aunque no lo derroto, sí que obligo a José a ponerlo a resguardo, la pena que se escaparon algunos Uruk Hai.